LA IGLESIA Y EL TRANSHUMANISMO
El transhumanismo no está en contra de ninguna doctrina religiosa, respeta la libertad de elegir y practicar cualquier credo, inclusive muchos factores religiosos coinciden con transcender hacia una vida mejor y un futuro más estable. También entiende la necesidad espiritual que necesita una persona para tener paz y tranquilidad. No necesariamente la vida religiosa debe estar enemistada con el desarrollo tecnológico y científico; cada quien elige sus propias convicciones.
A pesar de que el transhumanismo no se opone a creencias religiosas, muchos coinciden en que es un concepto anticristiano que quiere decir más allá de lo humano y es algo que no puede haber en la historia. El género humano no puede convertirse en otra persona y tampoco alcanzar la perfección. El único ser perfecto es Dios por siempre.
Es imposible llegar a algo que supere al hombre llegando a una inmortalidad material suponiendo vivir para siempre. No podemos abandonar el significado de humanidad y crear algo distinto. Somos seres transformables espiritualmente por naturaleza creados por Dios a s2u imagen y potenciados por la razón. Los únicos cambios en los que podemos modificarnos a nosotros mismos son en contextos sociales, adquiriendo habilidades nuevas como aprender a tocar un instrumento musical o hablar un nuevo idioma pero seguir siendo humanos.
La eugenesia es un punto negativo e inaceptable para la iglesia porque supone el homicidio de personas con capacidades diferentes (personas con síndrome de down y discapacitados). De igual manera, cada vez que se adquiere una nueva tecnología o nuevas ideas, sus propósitos no son siempre buenos. Son aceptables cuando se utilizan bajo reglas conforme a la moral donde la persona tenga libertad y son malos cuando se utilizan para fines de experimentación como ha sucedido a lo largo de la historia.
La iglesia apoya el progreso científico por los descubrimientos que ayudan al hombre a mejorar su vida y prevenir enfermedades por ejemplo, pero es antagónica a la manipulación y experimentos que van en contra de la dignidad de toda persona. Los transhumanistas materialistas anticristianos se preocupan más en pensar cómo alargar su vida en la tierra y ser perdurables. El papa ha dado respuesta a esto y declara que en lugar de alargar la vida, debemos aspirar al cielo.
A pesar de que el transhumanismo no se opone a creencias religiosas, muchos coinciden en que es un concepto anticristiano que quiere decir más allá de lo humano y es algo que no puede haber en la historia. El género humano no puede convertirse en otra persona y tampoco alcanzar la perfección. El único ser perfecto es Dios por siempre.
Es imposible llegar a algo que supere al hombre llegando a una inmortalidad material suponiendo vivir para siempre. No podemos abandonar el significado de humanidad y crear algo distinto. Somos seres transformables espiritualmente por naturaleza creados por Dios a s2u imagen y potenciados por la razón. Los únicos cambios en los que podemos modificarnos a nosotros mismos son en contextos sociales, adquiriendo habilidades nuevas como aprender a tocar un instrumento musical o hablar un nuevo idioma pero seguir siendo humanos.
La eugenesia es un punto negativo e inaceptable para la iglesia porque supone el homicidio de personas con capacidades diferentes (personas con síndrome de down y discapacitados). De igual manera, cada vez que se adquiere una nueva tecnología o nuevas ideas, sus propósitos no son siempre buenos. Son aceptables cuando se utilizan bajo reglas conforme a la moral donde la persona tenga libertad y son malos cuando se utilizan para fines de experimentación como ha sucedido a lo largo de la historia.
La iglesia apoya el progreso científico por los descubrimientos que ayudan al hombre a mejorar su vida y prevenir enfermedades por ejemplo, pero es antagónica a la manipulación y experimentos que van en contra de la dignidad de toda persona. Los transhumanistas materialistas anticristianos se preocupan más en pensar cómo alargar su vida en la tierra y ser perdurables. El papa ha dado respuesta a esto y declara que en lugar de alargar la vida, debemos aspirar al cielo.